El Museo de Bellas Artes de Bilbao conmemora el cuarto centenario del fallecimiento de Doménikos Theotokópoulos con una muestra que descubre los entresijos de las obras pertenecientes a la pinacoteca bilbaína y desnuda los misterios pictóricos del autor cretense. Visité con José Luis Merino Gorospe, jefe del departamento de restauración y conservación del Museo, la muestra que han organizado en la sala 8 después de la inauguración oficial. El día de la presentación en rueda de prensa estaba convaleciente de una gastroenteritis que me dejó barrida y en la cama, una larga mañana de mi intensa vida. Una mañana durante la que recordéa una escritora que decía que sus momentos de mayor intensidad creativa los había vivido en su dormitorio. Ciertamente, la cama es un espacio no sólo cómodo, sino inspirador, y desde aquíos invito a probar este efecto a todos los colaboradores que escribimos desde nuestro dulce hogar.
GRECO, EL (THEOTOKÓPOULOS, Doménikos) Candia (Creta), 1541-Toledo, 07/04/1614 La Anunciación c. 1596-1600
Bueno al lío, varios detalles de la exposición me sorprendieron, el primero de ellos fue la pantalla táctil que no sólo a mí, sino a varios niños que visitaban la sala al mismo tiempo, atrajo nuestra atención. «¡Hala, qué chulada!» dijeron, mientras ampliaban las imágenes e investigaban las distintas posibilidades informativas que ofrecía la gran tablet estática instalada en el recinto. El Greco fue un pintor con un estilo muy personal, contemporáneo a su época y que pintaba «alla prima», sin apenas arrepentimientos, un pintor que marcóun antes y un después en la historia del arte y que tenía una gran confianza en su modus operandi. Se formóen Venecia y Roma, para trasladar su residencia posteriormente a Toledo, ciudad en la que trabajóel resto de su vida, y que celebra con gran cantidad de actos el fallecimiento del pintor que ha puesto el nombre de esta ciudad española en el mapamundi cultural. Los grecos del BBAA El Museo de Bellas Artes de Bilbao tiene en sus arcas dos Grecos –San Francisco en oración ante el Crucificado(c. 1585) y La Anunciación(c. 1596-1600), junto con otra obra, La Magdalena penitente, actualmente considerada por los especialistas una copia de mediados del siglo XVII. Hace ya un tiempo tuve la suerte de realizar una experiencia única, que os voy a recordar. Fui a Estudios Durero y con los ojos cerrados y tocando con las manos el cuadro de la Anunciación, que habían reproducido para una muestra muy especial, dedicada a personas con deficiencia visual, sentíy descubrídetalles del lienzo que nunca había visto con los ojos abiertos. La exposición, que se iba a celebrar en el Bellas Artes, se llamaba “Arte para tocar” y aún se puede disfrutar de los cuadros que reprodujeron para la ocasión, en el Museo de Bilbao. Tuve un guía de excepción, Ander Soriano, eso también ayuda, pero en cualquier caso la experiencia fue alucinante y quiero compartirla con vosotros. Ciclo de conferencias José Luis Merino Gorospe, en la conferencia, Claves técnicas de la obra de El Greco, del próximo 4 de junio,ahondará en las capas más profundas de estas dos obras de arte analizadas, para descubrir, “desde el interior de las capas pictóricas, información que nos permitiráconocer los procesos de ejecución y los materiales empleados”por el genio manierista. Merino explica que gracias a esta novedosa técnica es posible descubrir facetas “del dibujo previo, las capas intermedias o los arrepentimientos del pintor, a lo largo del proceso de ejecución de la obra”, que estoy deseando conocer de su boca. El trabajo, arduo me consta, del equipo de restauración del Museo, tuvo como resultado esta experiencia vanguardista compuesta por una radiografía y reflectografía infrarroja de los cuadros, patrimonio de la pinacoteca bilbaína, que permiten apreciar elementos de las pinturas normalmente no visibles para el ojo humano.