Lo de la Villa de nuestros padeceres cada vez recuerda más a los viejos sainetes donde se mezclaba algo de humor con tragedia y conflictos amorosos. Sólo que aquí lo amoroso ha cedido espacio a lo social. Todo el mundo liándosela con papel de fumar por si acaso se está ofendiendo a algún colectivo presuntamente desfavorecido, o a quien cree que tiene derecho a que su misma mismidad pese más que la mismidad global de otras gentes.
La penúltima rechufla municipal la ha desatado la oposición militante protestante, los de nunca, ésos que sólo ven la miseria del mundo y parecen haber perdido la capacidad de divertirse, y están a la que salta a ver si se ha mancillado el código de alguien.
La historia va de que Bilbao Turismo, o sea, Ayuntamiento de Bilbao, junto con Diputación de Bizkaia, sacó hace nada una guía turística ‘Gay-LGTB friendly’, para presentarla en FITUR la semana pasada. Y la tal guía desató una detracción tan feroz por parte de estos opositores representantes de un par de partidos minoritarios (dos concejales cada uno) que el equipo de gobierno, con su mayoría absoluta y todo, ha recogido velas. Después de un trabajo profesional, un tiempo invertido, un dinero gastado que es de todos, y un bombo y platillo que se dio a su presencia en FITUR, donde otras muchas ciudades también tienen su guía gay, retiraron la publicación de una de las ferias turísticas más importantes de Europa, porque a algunos les ha parecido que «trataba de manera degradante la imagen del colectivo».
Me pregunto si habrán hecho una hoguera con las pobres guías, como hacía la Inquisición, o los nazis; o si se habrán reciclado para hacer kleenex o bolsas ecológicas de papel.
He estado leyendo estos días los exacerbados vituperios con que estos representantes municipales, y ya de paso unos cuantos más adeptos, en sus blogs o redes sociales, han dedicado a la famosa guía.
¿Al Ayuntamiento de Bilbao sólo le interesan los gays que vienen de fuera y con dinero? Para empezar, ya hay un sinsentido en esto. La oposición militante protestante, y algunos simpatizantes de su ideología, a la hora de arremeter contra lo que sea, tiende a considerar al ayuntamiento como un individuo, como si fuera una persona física, olvidando, supongo, que el ayuntamiento somos todos, incluidos ellos, y que a todo ciudadano con sentido común debería interesarle que la Villa de nuestras glorias pasadas vuelva a llenarse de gentes solventes que levanten esto de una vez, y que levanten especialmente la noche, que gusta a los gays y a los heteros por igual, faltaría más.
«Inadmisible», «estereotipos», «cómo no se le cae la cara de vergüenza al ayuntamiento», «invisibiliza, minimiza o trivializa lo que aún hoy significa para muchas personas tratar de vivir en libertad sus prácticas o identidades sexuales», «ayuntamiento homófobo»… Había quien arremetía contra la prohibición del ‘cruising’, acusando a la municipalidad de homofobia: ingenuos ellos, que por lo visto no saben que lo del ‘cruising’ vino a cuenta de una protesta de mis amigos ‘los vecinos’, que éstos sí que tienen la ley en la mano, y que habría dado igual que el comercio sexual fuera entre heteros o que hubiera sido sin más un tema de cambiar cromos de fútbol.
Así que tras leer todas estas cosas decidí que tenía que hacerme con una ‘guía prohibida’. La conseguí ayer noche (¡já: no todas han ardido en el infierno!) y me sumí en su lectura con delectación.
Decepción total. Muy light. Después de toda la que se había montado esperaba poco menos que Sodoma y Gomorra. No voy a decir que se pueda comparar con la hoja parroquial o la revista de cualquier colegio de primaria; pero es una guía turística sin más, en que se mencionan locales y lugares que a muchos gustan, y rutas para visitantes de todo tipo. Con unos cuantos textos que pueden parecer ‘lugares comunes’… pero es que cuando uno vende algo no se puede poner a particularizar. Pero, por lo visto, todo lo que en ella aparece es ofensivo.
Sus principales detractores, desde sus respectivas concejalías del ayuntamiento, critican que se mencione la ‘carrera de tacones’ (un clásico de Bilbao Aste Nagusia organizado por los chicos de Moskotarrak, a los que ya estoy viendo, tal como está el panorama, anunciando este año en su lugar una carrera de sacos, o cualquier cosa menos ‘discriminatoria’); critican que se hable de ‘petardear’, cuando es un término recogido en cientos de blogs y listas musicales de orientación gay; o de himnos LGBT, ésos que todos hemos bailado en uno u otro momento y que son canciones en general de calidad y gustan a todo el mundo. Critican que se mencionen las cuatro playas de Bizkaia ‘libres de homofobia’, que se mencionen saunas y sex-shops… y hasta critican que se llame a Marijaia ‘The Queen of the Night’. Y critican la portada, una espectacular imagen de Lucho Rengifo (gran fotógrafo y mejor persona) en la que aparecen dos tíos macizos sobre la pasarela del Puente Colgante envolviendo a un tercero en la bandera arcoiris. Foto chula, por cierto.
Los unos (y las unas), sin cortarse un pelo, han mostrado su indignación por la «utilización de estas personas con fines turísticos y mercantilistas»; y los otros (y las otras) han reprochado que se considere al colectivo gay como perteneciente a la clase media acomodada y con alto poder adquisitivo, cuando hay «muchas personas homosexuales que están en paro, sufren pobreza energética o han tenido que emigrar al extranjero por razones económicas». No te jode: y muchos heterosexuales. Y lo que me trae a mal traer el lo de la «pobreza energética». No sé muy bien lo que es, pero me parece que estoy incluida. Y ya que estamos creo que voy a exigir que se retiren también las guías turísticas en las que aparecen nuestros restaurantes con estrellas Michelin: me siento discriminada porque probablemente mi «pobreza energética» hará que nunca pueda comer en ninguno de ellos.
Y es que lo que yo creo que estos militantes protestantes no han entendido es que se trata de una guía TURÍSTICA. Que no es una guía ideológica, ni metafísica, ni doctrinaria. Que se trata de vender lo que hay al que le guste. Y al que pueda permitírselo. Y al que le parezca bien este tratamiento del tema. Que conozco a muchos gays a los que este tipo de guías les dan cien patadas; pero también a muchos a los que les encantan. Pues eso. Unos pasan de ello y otros no. Cada uno es muy libre.
¿Alguien se imagina una guía turística en la que aparezcan todas las miserias de la ciudad que pretende atraer visitantes? ¿Donde se hable de toda la gente que está en paro, de los que tienen problemas económicos, de los sin techo que abarrotan las esquinas, de la agresión homófoba que se registró un día, de la rata que se vio salir de una alcantarilla, de la ‘violencia de género’ o de los bares en que el pincho de tortilla está más seco que un helado de tiza? Propongo a Bilbao Turismo hacer una de éstas para el año que viene. Arrasamos en FITUR. Seguro.
De momento ésta que nos ocupa se ha retirado. Pa’no ofender a algunos.
Flaco favor a todos esos establecimientos de Bilbao que aparecían en sus páginas, bares, restaurantes, hoteles, saunas (sí, saunas, que también hay gente que vive de ello, y gente a la que le gusta utilizarlas), locales de espectáculos…. y a los propios artistas encargados de los diversos shows. Flaco favor a las demás localidades de Bizkaia incluidas en las rutas, a sus playas, a sus fiestas. Y flaco favor a una ciudad que necesita venderse como sea si queremos salir del agujero, y que no acaba de emerger porque nuestra política municipal está cada vez más hipotecada con las minorías, con las pataletas particulares y con cada petardo (¡perdón!: he dicho petardo) al que se le cruza un cable y pretende que sus derechos y sus míseras reivindicaciones estén por encima de lo que podría llegar a ser esta ciudad, que tuvo… pero que ya se está viendo que no retuvo.
Lo mejor es que la cosa ni siquiera es nueva: ya en 2010 el propio ayuntamiento de Bilbao, junto con la Diputación, presentó en Copenhague la guía ‘Bilbao-Bizkaia Open Mind’, en la que se ofrecía especial atención a los gustos y demandas del colectivo gay en cuanto a estética, diseño y espacios que pudieran ser de mayor interés para su entorno; y tuvo una excelente acogida entre la ciudadanía danesa.
Pero 2010 ya queda lejos, y está claro que en muchos aspectos, y especialmente en el de la solidaridad ciudadana, estamos yendo a peor. A muchísimo peor.
6 Comments
Totalmente de acuerdo con todo y muy bien dicho. Ya se sabe muchas veces los políticos y en concreto la oposición no piensan en su ciudad, sino en hacer solo política.
A mí como gay que soy no me representa un partido político ni tiene que tutelarme.
Y yo que si soy parte del colectivo y que he visto la guía, puedo decir que para mí Bilbao es una ciudad muy tolerante, abierta y para nada noto homofobia entre sus calles ni entre sus habitantes (excepciones va a haber siempre) y yo disfruto libremente de mi condición sexual sin tener que esconderme.
Espero que pronto se reedite la guía y vuelva a estar a disposición de todos.
Yo estoy también con Elena Marsall, ya es hora que se hable claro.Y por otro lado, no dudo que la Guia incluyera los estereotipos de siempre que no terminamos de superar. Si soy tal, de este sexo, tengo que llevar así el pelo. Son bobadas trasnochadas. Todos, unos y otros, somos personas normales. Solo no diferencia la condición sexual. Al margen de esas cosas que iremos superando, una Guía de Bilbao como ésta tenía que haberse presentado en FITUR sin miedos a qué diran y a quienes podrán molestar.
Elena, que razón tienes. De acuerdo contigo, y por no hablar de tu fina pluma (más que nunca).. Eso, más seriedad y menos esnobismos.
Estamos gobernados por la imposicion, resentimiento y complejos de una minoria, que siembra inquina, odio y mierda en cada gesto… Muy buen articulo. FELICITACIONES y Bravo por ser tan valiente… Que unos por hastio, y otros por miedo, tragamos con esta autarquia
Autarquia y Chovinismo, que somos de Bilbao ! . De un Bilbao cada vez mas deprimente y sin vida… …. pobre juventud….
Muy bien dicho amiga, esta minoría cierra una vez mas la entrada de miles de euros y de general riqueza para toda bizkaia, y de abrirse al mundo y que nuestra ciudad también sea incluida en el mapa mundial con un destino turístico EGTB