Verter opiniones sobre un papel, o una pantalla, es una de mis dos grandes pasiones. La otra es Bilbao. Así que comienzo esta serie de artículos en el blog de bilbaoclick con regocijo, y con la esperanza de que mi comentario semanal sobre los aconteceres en la Villa de nuestras penas y glorias pueda ser, al menos de vez en cuando, amable y elogioso.
El tema de éste primero es agridulce: la parte buena es la reapertura de una sala de fiestas con horario nocturno, que es además un clásico de nuestras noches locas de antaño; y la otra- la parte menos emocionante- la polémica que ello ha suscitado entre el sector social protestante habitual, ése al que siempre molesta que otros vivan vidas diferentes a las suyas: los vecinos.
El pasado jueves recuperamos un pedazo de los viejos tiempos; reabrió un local que a algunos (al menos a los que ya estamos un poco talluditos) nos espoleó la nostalgia: el antiguo y mítico ‘Oh, Caramba!’, que ya no se llama así -ahora es ‘Budha’- pero que conserva ese toque mágico que aquí siempre tuvo la noche, cuando uno podía salir un martes o cualquier otro día y estirar la juerga y la vida social hasta la madrugada, sin menoscabo de poder cumplir con sus obligaciones al día siguiente. Cuando en Bilbao la noche estaba viva sus habitantes también trabajábamos o estudiábamos, no crean; pero estos dos conceptos ahora parecen nuevos, e incompatibles con la capacidad de disfrutar de la existencia en cada momento.
Hoy va uno paseando a altas horas y oye el eco de sus propios pasos, y mira por encima del hombro con aprensión; y si duerme es muy probable que le despierte el estruendo de uno de los innumerables vehículos verdes de nuestra imperial flota de limpieza municipal, que repasa las calles desiertas repuliendo lo que ya estaba limpio por falta de personal que imprima a la vía pública una dosis razonable de porquería, la suficiente para que parezca que hay vida sobre el planeta.
Porque desde que nuestros destinos en la Villa están en las manos, y en la voz, de ‘los vecinos’ -esa entidad impersonal e inconcreta, pero a la vez muy perceptible, sobre todo a la hora de protestar y esgrimir derechos, adquiridos no se sabe muy bien cómo- la municipalidad competente se la lía con papel de fumar, e incluso cambia normativas si se tercia (lo cual me parece una iniciativa muy peligrosa) para contentar a un colectivo que a muchos no representa en absoluto, aunque vecinos seamos todos.
De hecho, en esta reciente inauguración que les comento, que por cierto desbordó probablemente el aforo permitido (lo que demuestra que hay ganas), no había ni un sólo edil consistorial, ni siquiera alguno de los que siempre se apuntan a estas cosas y nunca desdeñan una juerga; y, además, durante el evento hubo dos ‘visitas’ de la policía municipal, propiciadas por sendas denuncias vecinales. Con el tema de la reciente prohibición de abrir la macro sala en Deusto (prohibición que, sin entrar en valoraciones, que mejor me muerdo la lengua, va a costar un pastón a nuestras arcas municipales), y las lógicas reclamaciones por agravio comparativo, anda la autoridad que ya no sabe muy bien por dónde le da el aire.
Yo ya estoy por sugerir al Ayuntamiento que llegue a un acuerdo con el Gobierno Vasco, o con el Gobierno Interplanetario, y construyan unas bonitas VPOs en Júpiter, o en los anillos de Saturno, para ubicar allí a todas estas personas que esgrimen su derecho al descanso cuando consideran que es la hora de descansar, a tener todos los servicios pero nunca justo debajo de su vivienda sino de la de los demás, a entrar o salir de su casa sin encontrar un solo obstáculo… para ir a sentarse en la terraza que está delante de la casa de otro, a imponer sus horarios al resto de la población, y a apagar las luces de toda una ciudad cuando ellas apagan la de su dormitorio. ¿No serían más felices en algún punto oscuro y silencioso de la Vía Láctea? Y los sufridos habitantes que aquí quedáramos ya nos las apañaríamos para hacer compatible nuestra mísera existencia humana con la Vida con mayúscula.
En fin: el caso es que por lo menos y de momento, y a pesar de la polémica y de la no muy buena disposición de algunos, ya tenemos en Bilbao otra disco, a mayor gloria de la recuperación de la noche perdida. ¡Larga vida!
5 Comments
[…] de la mejor fiesta posible en la Discoteca Budha, Discoteca de Referencia en Bilbao. Ubicada en el centro de Bilbao, es un lugar donde además de […]
Cuando existía el mitico «Oh caramba», no se hacían fiestas en las q universitarios vomitaban, meaban y gritaban debajo de nuestros portales.
Podemos divertirnos, y podemos dejar que la gente descanse.
Como la policía no haga algo con el problema que hay los jueves a la madrugada, fuera de la discoteca BUDHA, algún dia pasara algo, pq los vecinos empiezan a artarse y a salir por las ventanas gritando, y un dia alguno bajara.
Es triste que suceda esto y nadie nos ayude.
que se diviertan dentro de la discoteca, no fuera o en nuestros portales, y si no, que prohíban esas fiestas los jueves.
[…] Budha es una discoteca ubicada en el centro de Bilbao que se caracteriza por el buen ambiente, […]
Hola, soy Cesar, fui DJ del Oh Caramba, actualmente ni vivo en Bilbao, después de leer vuestros comentarios, puedo deciros que había vecinos que se quejaban, muy pocos, en una ocasión estuve en casa de uno de ellos para comprobar el ruido, y es cierto que se oía los graves de la música, así que llegamos a un consenso, bajar el volumen y disminuir graves. No existía ruido molesto, en el exterior, no había vomitonas ni grandes escándalos, sólo el de la sala. Los tiempos cambian, y la forma de divertirse, también, no volverá a ser lo mismo. Espero que mi paso por el Caramba, y el de todos mis compañeros os hiciera pasarlo bien, y guardéis un buen recuerdo de aquellos años.
Soy ana del luzgas ,he tenido una creo que buena idea para convivir con mis vecinos , la he puesto en marcha y los vecinos y la Policía no dejan de visitarme.